Sobre el Agnus Dei

La traducción española del Agnus Dei según el Misal Romano es:     

Agnus Dei, qui tollis peccata mundi, miserere nobis.    

Agnus Dei qui tollis peccata mundi, miserere nobis.    

Agnus Dei, qui tollis peccata mundi, dona nobis pacem.    

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.  

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.   

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz».   

Las mismas palabras las rezamos también en el Gloria Patri de la misa dominical. Sin embargo la forma tollis, que proviene del verbo latino tollĕre (o tŏlĕre), es muy rica en acepciones, entre las que se encuentran tolerar, sufrir, aguantar, padecer, llevar con paciencia o sustentar.    

Por otro lado, en el capítulo dieciséis del libro del Levítico viene relatado el rito que debían practicar los israelitas para expiar sus propios pecados, los de su familia y los de todo el pueblo de Israel.    

[…]10Mas el macho cabrío sobre el cual cayere la suerte por Azazel, lo presentará vivo delante de Jehová para hacer la reconciliación sobre él, para enviarlo a Azazel al desierto. […]      

el día de la expiación

el día de la expiación

[…]20Cuando hubiere acabado de expiar el santuario y el tabernáculo de reunión y el altar, hará traer el macho cabrío vivo; 21y pondrá Aarón sus dos manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo, y confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel, todas sus rebeliones y todos sus pecados, poniéndolos así sobre la cabeza del macho cabrío, y lo enviará al desierto por mano de un hombre destinado para esto. 22Y aquel macho cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades de ellos a tierra inhabitada; y dejará ir el macho cabrío por el desierto. […]     

¿A qué se refiere la expresión Cordero de Dios que “quitas” el pecado del mundo? ¿No era acaso la misión de Cristo-Jesús sufrir nuestras iniquidades, cargar con nuestros pecados y soportar sobre sí toda la culpa de la Humanidad desde Adán hasta el fin de los tiempos? Cristo se convierte en el nuevo y auténtico cordero ofrecido en sacrificio sobre el que se cargan todos los pecados ya no del pueblo de Israel, sino de toda la Humanidad.  

Seamos conscientes del sentido completo de las palabras del Agnus Dei lo cantamos o rezamos.

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